Someter los emails a pruebas garantiza el control de calidad
Tus suscriptores pueden acceder a los mensajes de muchas formas diferentes: con dispositivos móviles o en ordenadores portátiles o de sobremesa, mediante servicios de email como Gmail o Yahoo u otros y a través de diferentes navegadores web como Firefox, Internet Explorer… Tanta variedad es genial, pero suele generar problemas en tu estrategia de emailing. Por ejemplo, algunos mensajes podrían no entregarse o ser identificados como spam o correo no deseado. Además, la visualización de los mensajes puede cambiar según el cliente de email y podría no ser lo que esperabas. Para evitar estos contratiempos, es necesario emplear pruebas de email adaptativo o responsive. Hacer pruebas es la única forma de asegurarte de que tus campañas de emailing lleguen a su destino y transmitan el mensaje deseado.
Un elemento esencial del proceso de entrega
Los correos de prueba son un elemento imprescindible en las campañas de email marketing. Igual que nunca enviarías material de marketing a la imprenta sin revisar el contenido y el formato, deberías hacer lo mismo en tus procesos de emailing. Los mensajes se muestran de forma diferente según el dispositivo y el cliente de email, lo cual puede hacer estragos con la presentación de tu correo. Incluso aunque utilices una plantilla para los emails, debes asegurarte de que no surjan problemas.
Múltiples posibilidades para las pruebas
Tus suscriptores pueden elegir qué hacer con tu mensaje, y tú también. Hay muchas formas de poner a prueba un email para garantizar que es el mejor que podrías enviar. Estos son cuatro de los métodos de prueba más comunes:
Enviar el mensaje a tu cuenta de email: enviar un email de prueba a tu propio proveedor de buzón de correo electrónico te permite verlo como lo haría un suscriptor real.
Enviarlo a un servicio de pruebas especializado: este método permite realizar pruebas rápidamente sin tener que estar haciendo listas de envíos e iniciando sesión en los buzones de prueba, pero no se ven tan claramente algunos problemas que pueden surgir con el código.
Utilizar un proceso de compilación: en este método, los desarrolladores separan los componentes del email con una herramienta de ejecución de tareas para así construirlo (y probarlo) de forma eficiente.
Emplear dispositivos reales: crear un “laboratorio de dispositivos” con diversos aparatos y plataformas permite probar de manera directa todos los modos de acceso al email.
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